Los niños de la escuela primaria de Ngambo no cabían en sus pupitres. Se movían inquietos y entre risas, esperaban la segunda sesión en formación en salud sexual y reproductiva. No sabían que en esta sesión un invitado especial les iba a hablar sobre un tema que les tocaba de muy cerca: la ablación femenina.
Los estudiantes de la escuela de Ngambo pertenecen mayoritariamente a la etnia minoritaria de los Ilchamus. La ablación femenina es una práctica que aún se realiza hoy en día a pesar de la ley nacional de prohibición de la ablación en Kenia. Durante las vacaciones de Navidad, normalmente las niñas son llevadas a zonas rurales donde se les practica la ablación en medio del secretismo y la falta de higiene.
Normalmente, una chica Ilchamus no se puede casar ni es aceptada por su comunidad si no ha realizado la ablación. Así que no de los elementos claros para el cambio en las mentalidades es la formación a los chicos adolescentes. Miss Evelyn nos acompañó ese día para realizar una sesión de formación sobre las consecuencias negativas de esa práctica tradicional. Ella es una de las mujeres Ilchamus que más ha luchado contra la ablación, pero en muchas ocasiones cuando ella quiere hablar sobre el tema, otros le hacen callar. Evelyn les explicó a los chicos adolescentes las consecuencias a corto y largo plazo de la mutilación: dolor y trauma físico, posible infección a causa de las medidas poco higiénicas de la ablación, problemas menstruales y en el sistema urinario y problemas sexuales debido la desaparición de la lívido y el posible dolor durante el coito. Después añadió otras posibles consecuencias a largo plazo que muchas mujeres han experimentado: problemas durante el parto a causa de la imposibilidad de dilatación y muerte del bebé y/o la madre o posibilidad de desarrollar fístula, una problemática en la no ha separación entre la vagina, el sistema urinario y digestivo y la mujer no puede contener las heces ni la orina; infecciones crónicas y dolor crónico debido a la cicatrización y la falta de sensibilidad.
Las risas y la inquietud cesaron mientras la información iba fluyendo: justo antes de la sesión habíamos hablado sobre la diferencia entre mitos culturales y hechos. Nosotros, les dijimos, les íbamos a explicar hechos para que entendiesen como funciona el cuerpo humano. Las sesiones de información son fundamentales para empezar a cambiar prácticas nocivas que violan los derechos humanos como la mutilación genital femenina. Es crucial involucrar a los jóvenes y adolescentes en estas formaciones, ya que ellos son el futuro y pueden ayudar a romper el ciclo de la ablación femenina en su comunidad.
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